domingo, 20 de enero de 2013

¿Y tú? ¿Qué tipo de fotero eres?

¿Cuántos aficionados a la fotografía debe haber, ahora mismo, en el mundo? Seguro que millones. Y ¿somos todos iguales? Después de plantearme esta pregunta, empecé a elaborar una lista sobre los diferentes tipos de foteros que pudieran existir. No con ánimo de etiquetar y clasificar a la gente, sino para llegar a ver los pros y contras de actuar de cierta manera en fotografía. Las diferentes categorías que vamos a explorar hoy no son excluyentes en absoluto, lo cual significa que puedes sentirte identificado con varios de los tipos de aficionados a la fotografías que aquí se retratan.
Don automático
Es aquella persona que, pese a tener una cámara con la posibilidad de disparar en manual, dispara, siempre, en automático. Es comprensible: ¿Quién entiende todos esos botones que tiene la cámara? Y si la cámara hace las fotos sola, ¿por qué voy a perder tiempo en aprender cómo funciona?
  • El consejo:
Si quieres aprender fotografía de verdad, olvídate del modo automático. Es cierto: es cómodo pero estamos de acuerdo en que hacer fotos es mucho más que "hacer click", ¿no? Entonces, ¿por qué dejas que sea la cámara la que haga todo lo demás? Piérdele el miedo al manual, descubre la magia de la exposición y aprende a controlar la máquina para conseguir exactamente la foto que quieras.
Míster Semi-automático
Este fotero ya tiene conocimientos de exposición, sabe qué hace el diafragma, para qué sirve la velocidad de obturación y la importancia de usar la sensibilidad iso adecuada (o, al menos, así tendría que ser). Aún así, opina que es mucho más cómodo decirle a la cámara más o menos el tipo de foto que quiere y dejar que ella se encargue del resto disparando, siempre en prioridad a la apertura, a la velocidad o en el modo programado.
  • El consejo:
El Míster Semi-automático tiene razón: es más cómodo y rápido hacer fotos así. Pero no siempre es adecuado. De hecho, el consejo para Don Automático nos sirve también para él: hacer fotografía no es sólo apretar un botón, así que si eres capaz de decidir exactamente qué parámetros quieres en tus fotos, estarás aprendiendo a marchas forzadas a hacer fotografía.
Señor Manual
Los Señor Manual son personas que dominan la técnica fotográfica (al menos la relacionada con la exposición), así que siempre, siempre, siempre disparan en manual. Todo sale siempre como él quiere pero, a veces, eso le trae problemas. Sobretodo cuando necesita tomar fotos muy rápidamente.
  • El consejo:
Es cierto que hemos ido diciendo que la mejor manera de aprender fotografía es ser plenamente consciente de aquello que estamos haciendo y esto implica, entre otras cosas, controlar todos los parámetros de la exposición. Pero los extremos casi nunca son buenos así que disparar siempre en manual puede traernos algún disgusto. Por ejemplo, que no nos dé tiempo de hacer la foto mientras medimos la exposición y calibramos la cámara o que la foto resultante no esté bien expuesta (por la prisa de hacer click, por ejemplo) y al final, tampoco nos sirva. Disparar en manual es bueno para aprender y para conseguir los resultados que queramos en nuestras fotografías sin dejar que la cámara trabaje para nosotros. Pero existen situaciones en las que trabajar con el modo automático o con los semi-automáticos puede ser más recomendable, ¡aprende a descubrir estos momentos y también estarás aprendiendo fotografía!
El "yo no quiero sacar la cámara de casa"
¡Imagínate que le pasa algo! ¡Con el dinero que me ha costado! Mejor me quedo haciendo fotos en casa que, para ir aprendiendo, ya me sirve, ¿no?
  • El consejo:
Es cierto que, en casa, la cámara siempre estará más segura. Pero, puestos a no correr riesgos, ¿¡cómo se te ocurre sacarla de la funda!? Todos tenemos miedo de que le pase algo a nuestra cámara pero si no vas a usarla para sacar fotos, ¿para qué la has comprado? Quizás al principio, para ir probando cosas, puedas estar satisfecho con las fotos que tomes pero con el tiempo tu casa se te quedará pequeña, necesitarás retos nuevos, experimentar nuevas situaciones fotográficas, salir al exterior a disparar. No tengas miedo, no tiene que pasar nada malo. Pero, si aún así te da reparo sacar tu cámara a pasear, puedes organizar alguna salida fotera con otros fotógrafos de tu entorno. Además de ir más seguro, seguro que te lo pasas mejor!


El "pues yo no me desengancho de mi cámara"

Vaya donde vaya, sea la situación que sea, este aficionado de la fotografía SIEMPRE llevará la cámara consigo. Es cierto que llevar la cámara siempre encima puede ser bueno y de hecho, os hemos dado ya muchas razones para hacerlo. Lo más importante es que nunca sabes cuándo y dónde te aparecerá esa foto espectacular así que, llevando la cámara siempre encima, te aseguras poder tomar esa foto.
  • El consejo:
No hay mucho más que añadir, quizás es porque soy de este tipo de foteros, pero creo que llevar la cámara siempre encima es un gran ejercicio fotográfico. Pero esto no debe convertirse en una obsesión, tiene que haber momentos en los que no lleves la cámara, en los que seas "libre". ¡Aunque sea sólo para descansar de cámara unos días y volver a agarrarla con más ganas! Quizás volver a sentir, otra vez, la sensación de "ojalá tuviera mi cámara aquí y ahora" te ayude a darle un empujón a tu creatividad.
El "claro, es que con esta cámara..."
Existen dos versiones de este aficionado a la fotografía: por un lado, el "con esta cámara haría unas fotos impresionantes" y por el otro, el "si es que con esta cámara no puedo hacer fotos buenas".
  • El consejo:
Hasta la saciedad se ha repetido aquello de "la cámara no hace al fotógrafo" así que este tipo de fotero está completamente equivocado. Es cierto que las cámaras de gama más alta tienen características técnicas superiores al resto de cámaras y que, por lo tanto, la calidad técnica de las fotografías realizadas con ellas será mejor. Pero una fotografía es mucho más que un número determinado de megapíxeles así que se puede conseguir una foto espectacular hasta con la cámara de la gama más baja (aunque, es cierto, que quizás a nivel de calidad de imagen, por ejemplo, pudiera ser muy mejorable) de la misma manera que, alguien con la cámara más cara del mercado no tiene por qué sacar buenas imágenes (puede conseguir fotografías de una calidad técnica perfecta pero que no transmitan nada, que no cuenten ninguna historia). Así que a este tipo de fotero le digo: ¡déjate de tonterías y ponte a disparar!
El coleccionista de cacharros
Este aficionado es experto en tener todos los artilugios fotográficos que ve. En realidad, la mayoría de su equipo está formado de "por si a caso" y de "por probar".
  • El consejo:
Por supuesto todos somos libres de comprar todo aquello que queramos pero todos esos complementos fotográficos que se nos antojan cuando los vemos anunciados, comentados en blogs o probados por otros fotógrafos, ¿son realmente necesarios? O quizás la pregunta correcta sería ¿te son realmente necesarios para el tipo de fotografía que tú quieres hacer? Una vez me dieron un consejo que a lo largo del tiempo me ha sido muy útil: no compres ningún accesorio sin experimentar, antes, la necesidad de tenerlo. No vale comprar por capricho, no vale comprar por curiosidad. Siguiendo este consejo, te ahorrarás comprar complementos que luego no usarás más. Es cierto que existen complementos y accesorios que, si no los tienes, no los echas de menos pero cuando tienes la posibilidad de usarlos, le encuentras mil usos y pueden llegar a ser elementos indispensables en nuestro equipo. Una buena manera de saber si algo nos servirá es intentar encontrar a algún amigo o conocido que ya lo tenga para que nos lo deje usar primero y así, asegurarnos de que valdrá la pena gastarse el dinero con ese accesorio.
El "con mi objetivo me basta"
Es la antítesis del tipo anterior. Este aficionado a la fotografía reniega de los complementos y cree no necesita de nada, fuera de su cámara y objetivo, para hacer sus mejores fotografías.
  • El consejo:
Esto es una opción personal de cada uno, es verdad. Pero, a la larga, estar ligado a hacer fotografías sólo con cámara y objetivo (especialmente si el objetivo es siempre el mismo) puede terminar limitando creativamente por agotamiento. Si este es tu caso e identificas que te encuentras en una crisis creativa, puedes intentar comprar alguno de los complementos que antes comentábamos. Aunque no los uses, el hecho de obligarte a usarlo en tus fotografías (quizás creando un nuevo proyecto) puede darte una bocanada de aire fresco creativo y que eso se convierta en un empujón en tus trabajos fotográficos.
¿Te has identificado con alguno de los tipos?