Vaya donde
vaya, sea la situación que sea, este aficionado de la fotografía SIEMPRE
llevará la cámara consigo. Es cierto que llevar la cámara siempre encima puede
ser bueno y de hecho, os hemos dado ya muchas razones para hacerlo. Lo más
importante es que nunca sabes cuándo y dónde te aparecerá esa foto espectacular
así que, llevando la cámara siempre encima, te aseguras poder tomar esa foto.
No hay mucho
más que añadir, quizás es porque soy de este tipo de foteros, pero creo que
llevar la cámara siempre encima es un gran ejercicio fotográfico. Pero esto no
debe convertirse en una obsesión, tiene que haber momentos en los que no lleves
la cámara, en los que seas "libre". ¡Aunque sea sólo para
descansar de cámara unos días y volver a agarrarla con más ganas! Quizás volver
a sentir, otra vez, la sensación de "ojalá tuviera mi cámara aquí y
ahora" te ayude a darle un empujón a tu creatividad.
El "claro, es que con esta
cámara..."
Existen dos
versiones de este aficionado a la fotografía: por un lado, el "con esta
cámara haría unas fotos impresionantes" y por el otro, el "si es que
con esta cámara no puedo hacer fotos buenas".
Hasta la
saciedad se ha repetido aquello de "la cámara no hace al fotógrafo"
así que este tipo de fotero está completamente equivocado. Es cierto que las
cámaras de gama más alta tienen características técnicas superiores al resto de
cámaras y que, por lo tanto, la calidad técnica de las fotografías realizadas
con ellas será mejor. Pero una fotografía es mucho más que un número
determinado de megapíxeles así que se puede conseguir una foto espectacular
hasta con la cámara de la gama más baja (aunque, es cierto, que quizás a nivel
de calidad de imagen, por ejemplo, pudiera ser muy mejorable) de la misma
manera que, alguien con la cámara más cara del mercado no tiene por qué sacar
buenas imágenes (puede conseguir fotografías de una calidad técnica perfecta
pero que no transmitan nada, que no cuenten ninguna historia). Así que a este
tipo de fotero le digo: ¡déjate de tonterías y ponte a disparar!
El coleccionista de cacharros
Este
aficionado es experto en tener todos los artilugios fotográficos que ve. En
realidad, la mayoría de su equipo está formado de "por si a caso" y
de "por probar".
Por supuesto
todos somos libres de comprar todo aquello que queramos pero todos esos
complementos fotográficos que se nos antojan cuando los vemos anunciados,
comentados en blogs o probados por otros fotógrafos, ¿son realmente necesarios?
O quizás la pregunta correcta sería ¿te son realmente necesarios para el tipo
de fotografía que tú quieres hacer? Una vez me dieron un consejo que a lo largo
del tiempo me ha sido muy útil: no compres ningún accesorio sin experimentar,
antes, la necesidad de tenerlo. No vale comprar por capricho, no vale comprar
por curiosidad. Siguiendo este consejo, te ahorrarás comprar complementos que
luego no usarás más. Es cierto que existen complementos y accesorios que, si no
los tienes, no los echas de menos pero cuando tienes la posibilidad de usarlos,
le encuentras mil usos y pueden llegar a ser elementos indispensables en
nuestro equipo. Una buena manera de saber si algo nos servirá es intentar
encontrar a algún amigo o conocido que ya lo tenga para que nos lo deje usar
primero y así, asegurarnos de que valdrá la pena gastarse el dinero con ese
accesorio.
El "con mi objetivo me basta"
Es la
antítesis del tipo anterior. Este aficionado a la fotografía reniega de los
complementos y cree no necesita de nada, fuera de su cámara y objetivo, para
hacer sus mejores fotografías.
Esto es una
opción personal de cada uno, es verdad. Pero, a la larga, estar ligado a hacer
fotografías sólo con cámara y objetivo (especialmente si el objetivo es siempre
el mismo) puede terminar limitando creativamente por agotamiento. Si este es tu
caso e identificas que te encuentras en una crisis creativa, puedes intentar
comprar alguno de los complementos que antes comentábamos. Aunque no los uses,
el hecho de obligarte a usarlo en tus fotografías (quizás creando un nuevo
proyecto) puede darte una bocanada de aire fresco creativo y que eso se
convierta en un empujón en tus trabajos fotográficos.
¿Te has identificado con alguno de los tipos?